Nueva Zelanda consiguió el primer objetivo pactado al llegar a la IRB Copa Mundial de Rugby 2007, la clasificación para los cuartos de final, al derrotar a Escocia por 40-0 en su tercer encuentro por la Zona C, disputado en el estadio Murrayfield de Edimburgo.
En un partido poco vistoso pero efectivo de los All Blacks, el capitán Richie McCaw abrió el marcador de su equipo, al igual que frente a Italia en la primera jornada, para guiarlo hasta el triunfo final. Su anotación fue acompañada más tarde por el try de Doug Howlett, convirtiéndose en el máximo anotador en la historia de tries en Nueva Zelanda. Byron Kelleher sumó el tercero en los primeros cuarenta minutos tras una buena jugada de los forwards neozelandeses.
Escocia se plantó frente a Nueva Zelanda, equipo al que nunca pudo derrotar, pero pese a buscar una y otra vez la opción de try no lo consiguió en ningún momento. A esta falta de acierto se unió la lesión del apertura, Chris Paterson, que trastocó los planes del entrenador escocés, Frank Hadden, que lo sustituyó por Dan Parks.
Tras el arranque de la segunda mitad, ambos equipos saltaron al campo sin concentración y comenzaron a cometer muchas imprecisiones en los pases y en las jugadas de ataque. Sólo Dan Carter movió el marcador con un penal, aunque el apertura neozelandes no tuvo su mejor partido con el pie.Sin embargo, con el paso de los minutos y pese a los errores de ambos equipos, la balanza fue inclinándose del lado All Black, con más potencia que habilidad, gracias a los tries seguidos del segunda línea Ali Williams y Carter junto al definitivo de Howlett, su segundo sobre los escoceses, que dejaron el definitivo 40-0.
Tras este encuentro, a Nueva Zelanda le resta el último partido para cerrar la primera fase ante Rumania el próximo 29 de septiembre. Mientras, Escocia se jugará el todo por el todo frente a Italia, que lucharán por la segunda plaza de la Zona que da acceso a los cuartos de final, el 29 de septiembre a las 21:00, en el estadio Geoffroy Guichard de Saint-Ettiene.
En un partido poco vistoso pero efectivo de los All Blacks, el capitán Richie McCaw abrió el marcador de su equipo, al igual que frente a Italia en la primera jornada, para guiarlo hasta el triunfo final. Su anotación fue acompañada más tarde por el try de Doug Howlett, convirtiéndose en el máximo anotador en la historia de tries en Nueva Zelanda. Byron Kelleher sumó el tercero en los primeros cuarenta minutos tras una buena jugada de los forwards neozelandeses.
Escocia se plantó frente a Nueva Zelanda, equipo al que nunca pudo derrotar, pero pese a buscar una y otra vez la opción de try no lo consiguió en ningún momento. A esta falta de acierto se unió la lesión del apertura, Chris Paterson, que trastocó los planes del entrenador escocés, Frank Hadden, que lo sustituyó por Dan Parks.
Tras el arranque de la segunda mitad, ambos equipos saltaron al campo sin concentración y comenzaron a cometer muchas imprecisiones en los pases y en las jugadas de ataque. Sólo Dan Carter movió el marcador con un penal, aunque el apertura neozelandes no tuvo su mejor partido con el pie.Sin embargo, con el paso de los minutos y pese a los errores de ambos equipos, la balanza fue inclinándose del lado All Black, con más potencia que habilidad, gracias a los tries seguidos del segunda línea Ali Williams y Carter junto al definitivo de Howlett, su segundo sobre los escoceses, que dejaron el definitivo 40-0.
Tras este encuentro, a Nueva Zelanda le resta el último partido para cerrar la primera fase ante Rumania el próximo 29 de septiembre. Mientras, Escocia se jugará el todo por el todo frente a Italia, que lucharán por la segunda plaza de la Zona que da acceso a los cuartos de final, el 29 de septiembre a las 21:00, en el estadio Geoffroy Guichard de Saint-Ettiene.
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