viernes, septiembre 21, 2007
Maradona cambia de balón y se pasa al oval
Buenos Aires no es sólo tango y fútbol. Buenos Aires es cuna de los milagros. Si el ‘Pelusa’ Maradona fue el artífice de la victoria de Argentina en el Mundial de 1986 en México, otro porteño, Juan Martín Hernández, lleva camino de ser una de las piezas clave que lleven a los ‘Pumas’ de la selección argentina de rugby a hacer su mejor participación mundialista de la historia. De momento, cuentan sus intervenciones por victorias. La de este martes, ante Georgia, rutinaria; la del viernes pasado, ante Francia, estruendosa.Hernández, al igual que Maradona, cumplió su sueño de toda la vida al saltar con el número '10' de la albiceleste en un partido del Mundial. Los medios de comunicación franceses antes del choque de su equipo con los ‘Pumas’ le señalaban como el “enemigo público número 1”, “el fenómeno” o el “chico de oro”. La revista Planet Rugby le colocaba junto a los neocelandeses Dan Carter y Richie McCaw como unos de los mejores jugador del mundo en la actualidad y el diario L´Equipe le incluía al término de la pasada temporada en el quince ideal junto a once neocelandeses y tres irlandeses.Este jugador del Stade de France, uno de los grandes de la Liga francesa, es capaz de jugar en diferentes posiciones, ya ha triunfado como un zaguero rápido y desequilibrante y como un centro potente y placador. Pero a él, lo que le gusta es jugar de apertura, con el diez a la espalda, como el Diego. Juan, un periodista argentino, cuenta que tenía ofertas de otros equipos y que el propio seleccionador argentino se lo quería llevar a su lado al Leicester inglés. El de Buenos Aires “dio un ultimátum a los del Stade de France, si querían evitar su marcha debían garantizarle jugar de apertura. Ahora ocupa esa posición dejando en el banco al ‘diez’ titular de la selección francesa, Skrela”.Juan Martín Hernández se hizo en el club de Buenos Aires en el que jugó su padre, la Deportiva Francesa. Un club de segunda división argentina. Jaime Marina, jugador del Club de Rugby Cisneros, vivió durante algún tiempo en Buenos Aires y compartió vestuario con el que ahora es considerado uno de los mejores jugadores del mundo. “Cuando después de 5 ó 6 años en los que perdí el contacto con los compañeros con los que jugué en Argentina le vi en televisión no lo podía creer”. Jaime recuerda que Hernández “era el más pequeño del equipo porque era tan bueno que lo adelantaron un año y jugaba con los que eramos un año mayores. Ya se hablaba mucho de Hernández por aquella época. Me acuerdo de que la estrella del club era Rodrigo Roncero, que también está en el Mundial, uno de los pocos de nuestro club que había debutado con los ‘Pumas’. Yo jugaba con Hernández y mi hermano Carlos, con Roncero”.Fueron años esos, en los que Hernández dribló las garras del fútbol, deporte del que también tuvo ofertas. En parte porque su tío, Patricio Hernández fue futbolista y más tarde triunfó como entrenador de varios equipos de la primera división de fútbol argentina.
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