Eddie Jones, seleccionador de Australia en el pasado Mundial de 2003, en el que los wallabies cayeron en la prórroga ante los ingleses, se ha pasado al enemigo. Jones forma parte del cuerpo técnico de la selección de Suráfrica, en la que ocupa el puesto de asesor técnico. Algo que no ha caído nada bien en las filas australianas. Los calificativos que le dedican los diarios australianos así lo dejan entrever: 'Traidor', 'Desleal', 'Desagradecido'...
Andy Marinos, mánager general de los Springboks, avaló la llegada de Jones al equipo surafricano: "Eddie trae consigo una enorme experiencia y conocimientos internacionales, sin olvidar que fue el coach de Australia en el Mundial 2003. Creemos que sus amplios conocimientos del juego y sus sobresalientes antecedentes serán de gran ayuda y muy significativos para los Springboks en nuestro intento de pelear por el título en el Mundial. El equipo ya se ha beneficiado de su incorporación como consultor durante las dos semanas que lleva con nosotros y estamos entusiasmados de poder darle la bienvenida".
Una de las tareas encomendadas a Jones es analizar a los rivales de Suráfrica en la cita mundialista (Inglaterra, Samoa, Tonga y Estados Unidos en el grupo A). En Australia preocupa el trasvase de información privilegiada a favor de Suráfrica ante un hipotético cruce entre australianos y surafricanos (en cuartos o en la final) debido a los conocimientos que el ex seleccionador wallaby tiene de los que fueron sus jugadores. Jones ha salido al paso de estas críticas: "No he sido desleal a Australia. No tengo conciencia de ser culpable de nada y mis conocimientos como entrenador son fruto de muchos años de trabajo y no exclusivamente de mi estancia en Australia". Pero Jones, ganador enfermizo con un ejército de enemigos debido a su fuerte carácter, ha lanzado un mensaje envenenado a la que fue su afición: "Si durante el Mundial se produce un cruce Suráfrica-Australia, iré a muerte con Suráfrica. Que no lo dude nadie". Conociendo a Eddie Jones, nadie lo dudará...
Andy Marinos, mánager general de los Springboks, avaló la llegada de Jones al equipo surafricano: "Eddie trae consigo una enorme experiencia y conocimientos internacionales, sin olvidar que fue el coach de Australia en el Mundial 2003. Creemos que sus amplios conocimientos del juego y sus sobresalientes antecedentes serán de gran ayuda y muy significativos para los Springboks en nuestro intento de pelear por el título en el Mundial. El equipo ya se ha beneficiado de su incorporación como consultor durante las dos semanas que lleva con nosotros y estamos entusiasmados de poder darle la bienvenida".
Una de las tareas encomendadas a Jones es analizar a los rivales de Suráfrica en la cita mundialista (Inglaterra, Samoa, Tonga y Estados Unidos en el grupo A). En Australia preocupa el trasvase de información privilegiada a favor de Suráfrica ante un hipotético cruce entre australianos y surafricanos (en cuartos o en la final) debido a los conocimientos que el ex seleccionador wallaby tiene de los que fueron sus jugadores. Jones ha salido al paso de estas críticas: "No he sido desleal a Australia. No tengo conciencia de ser culpable de nada y mis conocimientos como entrenador son fruto de muchos años de trabajo y no exclusivamente de mi estancia en Australia". Pero Jones, ganador enfermizo con un ejército de enemigos debido a su fuerte carácter, ha lanzado un mensaje envenenado a la que fue su afición: "Si durante el Mundial se produce un cruce Suráfrica-Australia, iré a muerte con Suráfrica. Que no lo dude nadie". Conociendo a Eddie Jones, nadie lo dudará...
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