Hablábamos hace algún tiempo que el rugby se acerca cada vez más a un negocio y se aleja poco a poco de lo que fue en un principio.
El próximo Mundial va a convertirse en un punto y aparte en la linea histórica de este deporte. La cadena televisiva Supersport se plantea llevar ante los tribunales a la Federación neocelandesa de rugby al observar que sus 22 seleccionados que vestiran la camiseta de los All Blacks no jugarán el próximo Súper 14.
Esto me empieza a recordar muy mucho a situaciones balompédicas en las que, por contrato, debían jugar unos y otros.
No digo que sea bueno, o malo, solo que los tiempos están cambiando y que es hora de elegir el camino a seguir.
sábado, marzo 03, 2007
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