He encontrado este comentario y esta muy bien, espero que os guste a todos y a todas:
Es curioso que en un blog deportivo se hable de un libro. No porque los aficionados a los deportes no sean lectores, sino porque es difícil encontrar un buen libro deportivo. Realmente El Factor Humano de Jonh Carlin, habitual en El País, no es un libro sobre rugby, aunque este deporte tenga un papel predominante. Es un libro sobre Nelson Mandela y como utilizó la copa del mundo de rugby de 1995 para unificar a Sudáfrica en torno suyo. Es un libro político pero también deportivo y, sobre todo, humano como su nombre indica. Hay dos asuntos a destacar en esta pequeña joya. En primer lugar el desconocimiento general que tenemos de la historia contemporánea y, en este caso concreto, de la historia de Sudáfrica. El libro empieza hace 20 años, cuando era impensable en aquel país que Nelson Mandela consiguiese salir de la cárcel, un país por cierto donde se podía acusar formalmente a un grupo de negros por el supuesto crimen de uno, aparte de mil tropelías más. Sólo hace veinte años. El magnífico escritor Jonh Carlin nos cuenta, a través de los protagonistas, como Mandela consiguió salir de la cárcel, legalizar su partido, ir a las elecciones, evitar una guerra civil y finalmente usar a los Springboks para unificar a toda Sudáfrica en torno a la nueva nación. Todo eso pasó cuando nosotros habíamos nacido e incluso cuando algunos ya teníamos algún uso de razón. Yo apenas sabía nada de esto.El segundo asunto es el deportivo. Sin entrar a explicar en profundidad el rugby, pero al mismo tiempo dando unas pinceladas muy acertadas de este noble deporte tan desconocido en España, nos explica la capacidad de un deporte de masas para unir a todo el mundo. “Un equipo, un país”, fue el lema que utilizó Mandela para hermanar a negros y blancos que unos meses antes estaban a punto de enzarzarse en una guerra civil como la de la antigua Yugoslavia. El deporte se nos ha mostrado en muchas ocasiones como algo primitivo, burdo y violento. Y un deporte como el rugby, con la falsa apariencia de ser primitivo, burdo y violento, consiguió acabar con el apartheid, una vergüenza presente hace sólo quince años en un país supuestamente desarrollado.La figura de Mandela es sin duda la principal del libro, sobre todo en la primera parte. Pero cuando los Springboks, un símbolo del apartheid, aparecen en escena, nos damos cuenta de la grandeza del deporte, de su potencial para hermanar, para unir, para acercar y para sanar las heridas de la incomprensión humana. Me quedo especialmente con el capítulo en que aquellos veinticinco grandullones aprendieron el nuevo himno sudafricano, Nkosi Sikelele y accedieron a cantarlo para demostrar la unidad en torno a Mandela y la nación construida a base de perdón, amor y reconciliación. La revolución del amor y la amistad.Recomiendo encarecidamente la lectura de este libro a cualquier amante del deporte y a cualquiera en general. Aunque al principio puede parecer con poca acción creo que no defraudará. Una auténtica lección de cómo el deporte es una fuente de bienestar en la sociedad. Por cierto, Clint Eastwood está haciendo la película con Morgan Freeman. Pero no esperéis, leeros el libro. En serio. Autor: Javi Plas
miércoles, julio 29, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario