domingo, marzo 22, 2009
El drop de San Patricio
Lo podrían haber hecho con los ojos vendados. Line-out de O'Connell, carga de la delantera irlandesa, Stringer abre una tensa atrás y O'Gara pasa el drop. Ninguna postal dibujaría mejor a esta generación dorada del rugby irlandés. Ayer el drop de San Patricio, entre semana O'Gara advirtió ("ojalá nos ayude"), ascendió a Irlanda al Olimpo de los equipos míticos. Aunque todo pudo cambiar si la patada de Stephen Jones desde 47 metros que cerró el partido aguanta un metro más en el aire y no cae a pie de palos irlandeses. ¿San Patricio?Entre los 80.000 espectadores del Millenium de Cardiff, La Guarida del Dragón, un llamativo octagenario engalanado con una discreta bufanda verde y una espesa melena plateada pedía calma a sus bulliciosos acompañantes. Era Jackie Kyle. Restaban cinco minutos de partido. Irlanda ganaba 12-14. Hasta entonces el partido fue bronco. Irlanda mantenía la línea de ventaja, escondía la almendra en delantera y cerraba los pasillos a Shane y Henson. Pero Irlanda erraba donde no suele, en la 22 adversaria, con el estoque. Avant de O'Driscoll, retenido... Mientras, Gales hacía aguas debido a la sangría de su line-out (O'Connell les robó seis). Aún así, al descanso 6-0 galés ante una Irlanda superada por la presión.Los de Kidney salieron a descoser a Gales con rucks salvajes. Entonces O'Driscoll adivinó una rendija y embistió para posar. 6-7. Con los dragones aturdidos, O'Gara pateó otra vez a la espalda de Shane. Acudieron Henson, a quien la lesión de Byrne situó de zaguero, y Bowe. Bambi ante un búfalo. El irlandés rebañó el bote y ensayó: 6-14. Pero a Irlanda le volvió a pesar la historia. Regaló dos golpes y 12-14...Entonces Kyle, genio irish del Grand Slam del 48, el Dios del Norte, pidió calma. Y se precipitó todo. Minuto 75. Drop de Jones para Gales. 15-14. Triple Corona para los dragones y VI Naciones para Irlanda, que perdía el Grand Slam. Minuto 77. Line-out irlandés, O'Connell va arriba... y el resto es historia. La mejor generación del rugby irlandés logró la gesta. Kyle puede irse tranquilo. San Patricio venció al dragón. Y Cardiff, como aquella noche del 48 Belfast, se quedó sin cerveza. Guinness, por supuesto.
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